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S-ICD box change

Experiencia del paciente

Es necesario cambiar mi S-ICD

No me hace mucha gracia la revisión semestral. Simplemente, porque se tarda tiempo y porque estaré fuera de nuevo en 5 minutos, ya que no me pasa nada. En realidad, no hay nada por lo que preocuparse... En la sala de espera, me doy cuenta de que hoy es un día especial. Llevo ya 6 años con mi S-ICD, y puede que me digan hoy que ha llegado el momento de cambiar la caja. 

En un principio, el cardiólogo me dijo que la batería duraría unos 5 años. Así que todo bien, ya que parece que la batería dura más de lo que me dijeron. Pues sí, ¡ya van 6 años! Es genial en comparación con la batería de mi móvil. Esa batería siempre dura mucho menos de lo que te dice el fabricante ☺. 

Genial, me toca a mí. Una vez se ha comprobado el S-ICD, me dicen que la batería todavía está bien para seguir funcionando, pero aun así vamos a programar su cambio. También es bueno saber que el «electrodo» permanecerá en su lugar. Solo se cambiará la «caja». Se extrae la antigua y se coloca la nueva. Un procedimiento muy sencillo al fin y al cabo. El personal de enfermería del ICD me dice que es posible que el S-ICD empiece a pitar pronto, como advertencia de que la batería se está agotando. Pero no tengo por qué preocuparme por eso. La batería tiene una gran capacidad de reserva para funcionar de forma segura durante los próximos meses. Me veo diciéndoles a mis amigos con los que compartiré una salida en bicicleta de montaña el próximo fin de semana: «Chicos, no os asustéis si empiezo a pitar. No hay nada de lo que preocuparse». Será divertido. 

Cuando reflexiono sobre los últimos 6 años, me siento aliviado. Quién habría pensado, hace 6 años, que las cosas saldrían tan bien. Está claro que preferiría no haber tenido que utilizar un desfibrilador, pero poco después del implante pude retomar mi ritmo de vida normal, como antes de la operación. Nunca antes habría pensado eso. Volví de nuevo al trabajo, y seguí montando en bicicleta de montaña, haciendo kite surf, windsurf y esquiando con tanto entusiasmo como siempre. Me alegro mucho de que me dieran la posibilidad de elegir entre un ICD «tradicional», en el que el electrodo se introduce en el corazón, y el S-ICD, en el que el electrodo (guía) no se introduce en el corazón. Al elegir el S-ICD, nunca he tenido que preocuparme por un electrodo vulnerable en el corazón, que también debe cambiarse en su momento. El S-ICD es simplemente un sistema mucho más resistente que aporta más ventajas a alguien con un estilo de vida activo. Mi hermana y mi primo tienen también un S-ICD, y comparten la misma experiencia positiva que yo he tenido 

Por tanto, hace 6 años, unos meses después del implante, decidí que elegiría un S-ICD de nuevo, una vez que se agotara la batería. La semana que viene me llamarán para coger cita para cambiar la caja. ¡Y no estoy preocupado para nada! 

Rob. 


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